El maximalismo o cómo crear un ambiente vibrante y único
El minimalismo en interiores viene dominando las tendencias en decoración desde hace ya algunos años. Sin embargo, lo que aparenta ser un estilo de diseño que busca la simplificación y el aprovechamiento de los espacios para ofrecer un mayor grado de relajación, puede llegar a convertirse en un estilo absolutamente homogéneo. En otras palabras, el estilo minimalista deja muy poco espacio para mostrar nuestra personalidad en la decoración de nuestro hogar. Por contra, el maximalismo viene a ofrecernos una alternativa en diseño de interiores para todos aquellos que buscamos dotar el interior de nuestra casa de un ambiente que respire historias y experiencias y una mezcla elegante de elementos y colores vivos.
El origen de la corriente artística del maximalismo
El origen del minimalismo se remonta a la década de 1960, aunque la arquitectura minimalista no se popularizó hasta finales de los años ochenta en ciudades como Londres y Nueva York, y hasta su auge hacia finales de los años 90. Desde entonces, hemos sido testigos de cómo esta tendencia decorativa ha logrado consagrarse como un estándar en diseño por su simplicidad, basada en detalles sencillos y la utilización de materiales tan esenciales como el vidrio, el acero inoxidable y el hormigón armado. Tanto es así que la reducción del espacio en nuevas construcciones y la necesidad por hallar el orden y la tranquilidad en el hogar, lejos del estrés diario al que nos vemos sometidos, personajes como la japonesa Marie Kondo han basado su popularidad en la organización y la sencillez.
En cambio, el origen del maximalismo en arquitectura y diseño es mucho más cercano, precisamente cuando la corriente minimalista empezaba a marcar el camino a finales del siglo pasado. Sin embargo, es interesante señalar que se trata de un estilo con conocidos estilos históricos como el gótico medieval, el barroco y rococó, el victoriano e incluso el estilo pop. Todos ellos ofrecían una gran importancia a la ornamentación, la mezcla de corrientes artísticas y la sofisticación sin necesidad de encontrar siempre un concepto práctico.
Principales diferencias con el minimalismo
Si bien la tendencia del minimalismo nació con el objetivo de reducir a lo esencial, desechando todos aquellos elementos sobrantes, la corriente maximalista nació precisamente como respuesta a esa simplicidad y el gusto estético del exceso. La búsqueda por los detalles y la exageración de los elementos y sus características conducen a lo que puede considerarse un movimiento defensor del “más es más”.
A nivel de arquitectura y diseño de interiores, sin embargo, debemos evitar caer en la confusión que puede sugerir el propio término. Más allá de amontonar elementos y mezclar colores sin ningún sentido estético, la corriente decorativa del maximalismo busca alejarse de la sencillez pero sin prescindir por completo de la funcionalidad en el hogar. Es decir, por medio de una mezcla de estilos en ocasiones sutil, la combinación de colores cálidos y la incorporación de piezas decorativas desconocidas, el maximalismo nos permite imprimir nuestro sello y personalidad, algo que el minimalismo nos puede haber arrebatado.
El “más es más” como base para crear un espacio personal
En realidad, la corriente del maximalismo nos abre de nuevo las puertas a nuestra propia creatividad, pues acepta la fusión de diferentes estilos sin la necesidad de ceñirnos en uno en concreto. Por muy anárquico que esto pueda parecer, diseñar un interior maximalista tiene también algo de arte, pues no siempre es fácil encontrar la combinación perfecta para dar a nuestro salón la imagen que queremos proyectar de nuestra personalidad.
Así, se nos abre un amplio abanico de opciones para mezclar conceptos como la sensualidad, el lujo, la fantasía e inclusive la excentricidad. Se trata, a fin de cuentas, de un estilo ruidoso compuesto por detalles gráficos complejos, posesiones únicas y colores saturados.
Con tal de huir del orden y la simplicidad del minimalismo, con un interior maximalista tenemos la capacidad de explorar la combinación de colores excéntricos y telas, texturas y patrones para lograr una sensación de caos organizado. Con ello conseguiremos resaltar nuestro estilo y carácter, y todos los elementos nos ayudarán a sentirnos mejor representados.
Algunas ideas para diseñar un interior maximalista
Algunas ideas para diseñar un interior maximalista Como hemos mencionado, no existen unas reglas estrictas que definan como debe ser un interior maximalista, pues siempre queda en manos de la capacidad creativa de cada uno. Sin embargo, desde Glow Rehabilita queremos facilitarte algunas ideas que pueden servirte de base para empezar a imaginar tu nuevo salón o comedor maximalista:
- Empieza sin prisas, seleccionando los colores y los elementos que más reflejen tu personalidad y las experiencias que hayas vivido.
- Escoge algún patrón para repetir como estampados florales, abstractos o de animales.
- Colecciona piezas únicas de tus viajes y de rastros o mercadillos de segunda y antigüedades.
- Exhibe elementos artísticos como libros, estatuas, obras de arte, etc. como piezas centrales de tu hogar.
- Combina estilos tan dispares como el clásico con el ecléctico o el bohemio.
- Agrega muebles, alfombras y papeles pintados en diferentes patrones y colores.
- Coquetea con otras corrientes decorativas como el jungalow para acercarte a la naturaleza.
Fotos: Pinterest
Deseamos que esta nueva tendencia decorativa te haya parecido interesante.
Recuerda que el maximalismo se basa en poder trasladar nuestra personalidad a nuestro propio hogar, logrando un equilibrio único difícilmente alcanzable con otras ideas de interiorismo.